¡A tu edad también me tocaba la punta de los pies!
Actualizado: 25 feb 2021
En la más tierna infancia es el momento en el que tu cuerpo posee el mayor grado de flexibilidad y rango de movimiento, pero con el paso de los años y debido al sedentarismo, va perdiendo esa libertad de movimiento tan saludable y necesaria.
Esos largos periodos de tiempo que pasas sentado comienzan en el colegio a una temprana edad. En la actualidad hay que añadir las muchas horas de uso de videoconsolas, ordenadores y otras pantallas. En la edad adulta estas horas se ven incrementadas por las prolongadas jornadas laborales, horas de conducción, la televisión…
La pérdida gradual de movilidad articular se ve reflejada en la actualidad a edades menos avanzadas en forma de dolor, que en muchas ocasiones se mitigan gracias a los fármacos. Esta “solución” es la más sencilla, pero cualquier profesional de la actividad física no lo consideraría una solución.
Los fármacos te pueden ayudar a superar fases puntuales de dolor agudo pero en ningún caso harán que desaparezcan por completo.

El dolor no es el único problema que aparecerá. Siempre llega el día, si te has olvidado de cuidar tu movilidad, en el que realizar un gesto que te resultaba muy sencillo te cueste muchísimo, incluso que seas incapaz de hacerlo. Te pondré un ejemplo en el que vas a ver claramente la evolución negativa de la pérdida de movilidad articular, atarte los cordones de los zapatos.
Los niños estando de pie se flexionan y se los atan sin problemas, con el paso de los años vendrá el arrodillarte para atártelos. Después arrodillarte te será complicado y pasarás a alzar el pie, la siguiente forma será sentándote. Si sigues perdiendo movilidad y fuerza ya no podrás sentarte en una silla baja y llegará el día en el sea casi imposible atártelos. Quizás a día de hoy todo esto te parezca muy exagerado, pero es más común de lo que crees. Muchos otros gestos cotidianos te podrán llegar a costar mucho hasta que tu calidad de vida se vea muy afectada por la pérdida de rango de movimiento articular.
El entrenamiento de movilidad pierde la batalla frente al entrenamiento cardiovascular y de fuerza en los gimnasios ya que, erróneamente, se cree que no va a ayudar a una mejora estética. Y nada más lejos de la realidad, debes considerarlo un tramo vital de tu entrenamiento, ya que el sistema nervioso central avisa y prepara tu sistema músculo esquelético de cara a la parte principal del entrenamiento. Hecho muy significativo en relación a la tolerancia e impacto a nivel de activación y reclutamiento de fibras musculares durante la sesión, además de ser imprescindible para la correcta ejecución de los ejercicios más eficaces del entrenamiento de fuerza.
Espero haberte hecho reflexionar sobre la importancia de mantener un buen rango de movimiento en todas nuestras articulaciones y creo que una buena conclusión es que la MOVILIDAD ARTICULAR ES LIBERTAD.