¡Di no a los dolores musculares!
Luego estiro; se me ha echado el tiempo encima, no me da tiempo a estirar; eso de estirar no pone fuerte...
¿Cuántas excusas te pones para no estirar? El asunto tiene más importancia de la que crees. Hoy te hablaré sobre una de las consecuencias más comunes que tiene que no estires, y que puede terminar en un problema grave para tu salud, el acortamiento muscular.
El acortamiento muscular es un estado de tensión que presentan ciertos músculos, ya sea por alteraciones en la biomecánica o por enfermedades que impiden el alargamiento de los tejidos musculares. Lo que termina produciendo que estos tejidos se mantengan en una posición que limita los movimientos articulares, esto puede producir también, dolores musculares (mialgias) y otros síntomas.

Los músculos son tejidos que para poder funcionar de la manera más adecuada poseen capacidades importantes, que son conocidas como elasticidad, flexibilidad, excitabilidad y contractilidad. Por eso cuando se producen enfermedades o lesiones que afectan a estas propiedades musculares, encontraremos ciertos signos y síntomas, como la atrofia, acortamiento y la pérdida de fuerza.
Entre los músculos del cuerpo que tienden al acortamiento por ser clasificados como posturales, podemos destacar el pectoral, trapecio, isquiotibiales y psoas ilíaco. ¿Cómo se produce el acortamiento de un músculo? Los acortamientos se producen como una manifestación ante la presencia excesiva de tensión en una serie de músculos determinados, por lo cual termina afectando a la capacidad de estiramiento de un músculo y se culmina con el acortamiento de las fibras musculares e incluso con aparición de lesiones, como los desgarros.
¿Cuáles son las causas del acortamiento muscular? Generalmente los acortamientos se producen en las personas por posturas inadecuadas mantenidas en el tiempo, así como también tienden a aparecer por desequilibrios musculares, producto de la realización excesiva de ejercicios en ciertos grupos de músculos y olvidándose de aquellos tejidos que realizan la acción contraria, músculos antagonistas. Esto es muy común cuando se realizan entrenamientos mal diseñados.
¿Cómo tratar el acortamiento muscular? Una de las mejores maneras de tratarlo es a través de la práctica de estiramientos (sobre los diferentes tipos de estiramientos hablaré en próximos artículos), enfocados en disminuir la tensión del músculo, aliviando así el dolor y los espasmos que tienden a acompañar a este tipo de disfunción mecánica.
La ausencia de acortamientos musculares dará a tus entrenamientos más calidad,, disminuyendo muy significativamente el riesgo de lesiones. Asegúrate que sigues un entrenamiento equilibrado, y recuerda, ¡estirar también es entrenar!